Esta es la obra más conocida de Chagall. La composición fusiona los elementos mayor carga emotiva que el artista vivió en su niñez, en el entorno rural a las afueras de Vítebsk, en la calle Pakroŭskaja, número 11, en Bielorrusia. El trabajo de la tierra, campesinos, ganado, casas, iglesia ortodoxa, y en la parte baja un pequeño árbol simbolizando el origen y diversidad de la vida. Aunque tiene muchos elementos del cubismo, no se puede clasificar puramente como tal, debido a la temática campestre y la utilización del simbolismo.
En opinión del artista:
«Para los cubistas, una pintura era una superficie cubierta con formas en un cierto orden. Para mí una pintura es una superficie cubierta con representaciones de cosas, donde la lógica y la ilustración no tienen importancia».