Muestra el momento en que Jesús resucita y sale del sepulcro mientras los guardias apostados para cuidar la entrada se han quedado dormidos. En su mano la bandera de la salvación, que significa el triunfo sobre la muerte y su llamada a conversión a judíos y no judíos.
Esta obra maestra muestra un claroscuro donde la luz se dirige desde el fondo del cuadro hacia el espectador, brillando con máximo fulgor justo en la cabeza de Jesús, quien lleva colgando las sábanas mortuorias, extiende la mano y alza la mirada dirigiéndose al padre. En la parte baja, en penumbra tres soldados romanos durmiendo sobre el suelo.