Este cuadro captura una escena urbana desde una azotea al atardecer. La composición está dominada por una espectacular puesta de sol que tiñe el cielo de vibrantes colores naranjas, rojos, púrpuras y azules. El horizonte de la ciudad se muestra con siluetas de edificios que se destacan contra el cielo ardiente, sugiriendo una metrópoli en la distancia.
En primer plano, dos parejas disfrutan de la vista desde la azotea. A la izquierda, una pareja está sentada en un banco, mientras que a la derecha, otra pareja está de pie cerca del borde de la azotea, mirando el paisaje.
El suelo de la azotea está representado con una paleta de colores que refleja la luz del atardecer, creando un efecto de brillo y calidez. Las pinceladas visibles y la textura del óleo aportan una sensación de movimiento y dinamismo, dando vida a la superficie de la pintura.
Las macetas con flores en la azotea añaden un toque de naturaleza y color, equilibrando la estructura urbana con elementos orgánicos. La barandilla negra en el borde de la azotea sirve como un ancla visual, guiando la mirada del espectador hacia el horizonte y la puesta de sol.