Se trata de su obra más conocida y también la más visceral.
Es un icono del movimiento artístico alemán de posguerra Nueva objetividad, el cual tiene por principal predicamento el establecimiento del realismo, entonces antagónico con las ideas expresionistas, que conferían a todos los temas un grado de idealismo y romanticismo.
Este tipo de obras venían a plantar los pies sobre el suelo, en cuanto a las atrocidades de las cuales el hombre era capaz y habían quedado de manifiesto en la guerra.