Se conocen tres versiones de esta misma pintura, dos de ellas en el MET de New York y una, en blanco y negro, que se encuentra en el museo de Orsay, París.
Muestra el ensayo general con la emoción y todos los elementos que se utilizarán en la actuación final: escenografía, atuendos, peinados e iluminación. Destaca el trabajo de luz y sombras, un elemento recurrente en sus creaciones.
A diferencia de los pintores de su época que también retrataban escenas de ballet, Edgar encontró en los ensayos una belleza que otros artistas no percibieron. En los rostros de las chicas se refleja un cansancio característico del momento. El maestro pintor combinó en esta obra óleo, acuarela y pastel, otorgando a la escena una «oscuridad llena de luz y brillo», con el objetivo de retratar esos momentos oscuros y dolorosos de preparación, esenciales para dar vida a una obra maestra.