Cuando las lilas florecieron, Monet las pintó con pinceladas cortas y gruesas de color concentrado. En esta obra aparece el efecto flotante de una capa de flores, la cual se reparte entre zonas soleadas y sombreadas.
Al artista no le gustaba el caracter formal del camino principal que conducía a la puerta de su casa en Giverny, en lugar de los árboles que había en el paseo, Monet esparció toda clase de flores en colores: rosa, fucsia, verde, amarillo, rojo y blanco.
La esposa del artista protestaba por el hecho de haber eliminado los árboles del jardín, pero Monet insistía en que estos bloqueaban la luz de sus flores.