Sin duda esta es la obra más célebre del artista, reproducida hasta la saciedad en todo tipo de decoración impresa como posters y otros. El gran éxito de esta figura radica, a juicio de algunos expertos, en la originalidad contenida en lo simple de la figura, a lo que se añade la complejidad del concepto «Hijo del hombre».
Entran en el juego muchos significados de una gran cantidad de elementos, los principales son el relato bíblico de la manzana de Adán y la vida contemporánea en la Europa de aquel entonces, lo último patente en el atuendo del personaje.