Es el cuadro de El Greco, que mayor influencia ha tenido en el arte y la cultura española. Pintado en 1580, no se sabe a ciencia cierta quien es el hombre retratado, sin embargo se considera como un caballero representativo del honor y la integridad ataviado a la usanza de la segunda mitad del siglo XVI.
Es un retrato de medio cuerpo de un caballero de aspecto honorable, con la mirada tranquila, casi displicente, haciendo un ademán de juramento con la mano derecha. Con la izquierda sostiene la espada, de la que sólo se ve la empuñadura. El estilo de la pintura es manierista, es decir, utiliza elementos compositivos de los grandes maestros del alto renacimiento.