Se se podría pensar que la inspiración de esta obra proviene de algún pasaje literario, o incluso de una película, pero no es así.
Es una composición que René Magritte se sacó de debajo de la manga, y gracias al título, que es muy dilucidador, se puede entender el suceso que transcurre en la misma.
Un asesino de «guante blanco», está a punto de ser atrapado, está rodeado y se le ha pillado con las manos en la masa, no parece importarle ni saber que sus apresadores están a punto de actuar. Estos últimos caracterizados con el clásico sombrero de bombín, lo que indica la cercanía psicológica entre el artista y los personajes.