Éragny es la población rural donde Pissarro pasó la mayor parte de su vida, desde que se asentó con su familia en 1884 hasta su muerte en 1903. Los diversos paisajes cautivaban la mente de este maestro, de entre los cientos de cuadros inspirados en este mismo pueblo, se encuentran toda clase de coloraciones, matices, climas y horas del día.
Concretamente en este cuadro, Pissarro utiliza tonos cítricos muy aclarados, aplica la pintura siguiendo el método del puntillismo. La sombra en primer plano vibra contra un paisaje iluminado que parece no tener fin, las poses de los campesinos se muestran joviales y hasta transmiten la alegría intrínseca de su labor.