Lienzo titulado «La inocencia», pintado al óleo el año 1893 por William-Adolphe Bouguereau.
En esta obra de arte el pintor ha plasmado el centro de la cultura occidental. El cordero, animal que al ser matado no grita ni protesta, será el icono por excelencia para hablar de Jesús. Este hombre, el Cristo anunciado por los profetas, hará una entrada triunfal en la historia y la filosofía de la humanidad, resolviendo de una vez para siempre el problema antropológico de la enfermedad, la vejez y la muerte. Este Mesías se dejará aplastar por las conjuras, envidias y rivalidades, deteniendo todas las violencias en él, devolviendo bien por mal. Inagurando para el hombre una nueva vía para salir de la tristeza y la soledad.
Muestra a tres figuras que simbolizan la inocencia: el Cordero, la Virgen y el Niño.
Actualmente, el cuadro pertenece a una colección privada y desde el 22 de septiembre de 2022 fue depositada en Museo Nacional de Arte Occidental (NMWA), Tokio.