Días de verano es un elogio a los días de verano en los que el sol, la luz y el calor inundan las horas y nos regalan la alegría de vivir. El cuadro se compone de una mujer de piel morena, una mujer mediterránea que con un sentimiento melancólico, alza su cabeza hacia el cielo y cerrando los ojos intenta recordar esos momentos de calidez.
Técnicamente, está trabajado con óleo y papel fusionando los dos materiales. Aparecen papeles de flores y papeles dorados haciendo referencia a la luz del verano y a su vida. Cromáticamente el cuadro está compuesto por dos colores complementarios (azul y ocre/naranja) para crear contraste y potenciar el efecto de luz.