Obra al óleo titulada «Cangrejo de espaldas», pintada en 1888 por Vincent van Gogh.
El artista evitaba salir a la intemperie cuando el clima era muy frío y lluvioso, uno de esos días, Vincent concibió esta obra. Movido por las ganas de imitar figuras que había visto en litografías de arte japonés (influencia artística que en occidente se denominó «Japonismo»). Fue más allá, él quería mostrar cómo se reflejaba la luz en el caparazón, el resultado es una obra con muchos detalles del animal.
Actualmente se encuentra en el Museo Van Gogh, Ámsterdam.