Escena bíblica del antiguo testamento, en que Dalila traiciona al héroe hebreo Sansón, quien estaba enamorado de ella, cortándole el pelo después que este le confesara que su cabellera era la fuente de su fuerza.
En una habitación oscura alumbrada por una vela, se puede apreciar al fondo una pequeña estatua de la diosa Venus y a la derecha los soldados esperando el momento propicio para apresar a Sansón, una vez haya perdido todo su poder.
El uso de la luz y de la sombra en un marcado contraste, los colores intensos y saturados, dan a este trabajo una potencia maravillosa que se proyecta hacia la mirada del espectador y logra capturar incluso al más indiferente.
El cuadro fue encomendado inicialmente por Nicolaas II Rockox, burgomaestre de Amberes, Bélgica, para su Morada Rockox.