Esta dramática imagen del apóstol Pedro, corresponde al relato bíblico del llanto que suscita el haber traicionado a su maestro al negarlo tres veces. A su vez tiene las manos entrelazadas como rogando perdón. El óleo tiene los elementos clásicos del claroscuro barroco, un fondo sombrío y una luz que baja en diagonal, contorneando las figuras y especialmente el rostro del personaje
Ya en los primeros años, la autoría de la obra fue discutida, llegando a afirmarse que fue hecha por José de Ribera, aunque pronto quedó aclarado el asunto, queda patente la fuerte influencia que este tuvo en esta y otros trabajos del autor.