La pintura titulada «Paisaje cerca de Pont-Aven» fue realizada en 1888 por Paul Gauguin, pintor francés que cultivó el estilo post-impresionista.
Gauguin, al igual que le ocurrió a su contemporáneo Vincent van Gogh, no fue valorado hasta después de su muerte. Sus creaciones eran consideradas «infantiles» y sin carácter. Contra todo pronóstico, se convertiría en influencia artística para pintores de talla mundial, entre ellos: Picasso y Matisse.
Este cuadro muestra algunas características del trazo impresionista, especialmente en la colina y el río (en primer plano). El sello personal del pintor se encuentra en los árboles y el césped del llano, los que son introducidos en la composición como elementos sólidos y definidos, según los expertos con un fin decorativo.
La obra está actualmente en el Museo de Arte Bridgestone, Japón.