El Cuadro «Mujer y Pájaros al Amanecer» fue pintado por Miró en 1946. Aunque las obras de Miró suelen ser abstractas, en esta en particular es relativamente fácil identificar las figuras humanas presentes.
Esta pintura de colores pastel es un claro ejemplo de la rebeldía del artista hacia las figuras y composiciones artísticas tradicionales. Los colores suaves y líneas decididas confieren a este cuadro una belleza única, digna del genio Miró.