Paul Cézanne pintó durante su carrera una variedad de escenas similares a Los jugadores de cartas, bocetos de personajes y diferentes salas de juego. Este cuadro en concreto, es la versión final, se hizo conocido por ser el cuadro más caro del mundo, alcanzando 250 millones de dólares en el año 2011.
Quienes conocen la obra de Cézanne, saben que este cuadro representa una de sus más elaboradas composiciones, existen bocetos del artista y toda clase de pruebas de figuras y color.
Actualmente no está en exposición al público y pertenece a la familia real de Catar.