La obra presenta tres huéspedes esperando, cada uno a su modo, en la cuadriculada recepción de hotel, el vestíbulo carente de encanto es golpeado por el intríngulis vital de los personajes.
El artista transmite en su pintura, escenas banales de la vida moderna, salpicadas de personajes con un manifiesto mundo interior, en este cuadro lo logra de forma magistral.